Cuando en 1961 se limitó a 1500 cc. la cilindrada en la F1, Porsche vio la ocasión de introducirse en la categoría reina con un nuevo modelo, que heredaba muy poco del Porsche 718 de F2 presente en los Grand Prix un par de años atrás. En 1962 el nuevo Porsche 804 estaba listo. Basado en un motor muy plano de 8 cilindros opuestos, muy ligero al ir refrigerado por aire mediante su peculiar ventilador superior, con 180 CV, caja de 6 velocidades, suspensión por barras de torsión (sin muelles) y eficaces discos de freno ventilados de la propia casa…era el menos convencional de los F1 del momento. Dan Gurney obtuvo la primera victoria en el GP de Francia y unas semanas después en Alemania ante 300.000 espectadores los Porsche hicieron doblete en el GP de Solitude (no puntuable) con Gurney primero y Bonnier segundo por delante del Lotus de Clark. Al final de 1962 Porsche llego a la conclusión de que la tecnología de la F1 solo podía aplicarse a la producción de sus autos en una pequeña parte, volviendo toda su atención a las grandes carreras de GT y Resistencia, donde con los nuevos desarrollos obtenía mejoras directas para sus cada vez más pujantes automóviles deportivos.
