0961 – Gordini – Da Silva Ramos – #32 – GP Francia 1956

Descripción

Amedée Gordini nació cerca de Bolonia (Italia) en 1899. Apasionado desde joven por los coches de carreras trabajo desde los 11 años en el taller de los hermanos Alfieri Maserati. Ya contaba con experiencia en coches de competición cuando, aún muy joven, se instaló en Francia corriendo para Fiat. A mediados de los años 30 fundó la compañía Gordini, dedicada a preparar y producir coches de carreras en Francia. Gordini estuvo asociado a SIMCA durante 20 años mejorando sus motores con los que obtuvo numerosas victorias frente a rivales más poderosos. Se le conocía como «le sourcier» (el mago) quizá porque a pesar de sus carencias de todo tipo, consiguió asombrosos logros en mecánica de motores, ganándose la admiración y el respeto de los más grandes del Automovilismo mundial. Desde 1950 los Gordini estaban presentes en las parrillas de salida de los GP de F1 y F2 con los pequeños T-16 de motor SIMCA, pero con el cambio de reglamento de la F1 en 1955 decidió construir por su cuenta un nuevo y moderno monoplaza: El Gordini T-32. De aspecto inusual para la época, el T-32 alojaba en la parte delantera de su amplia carrocería un motor de fabricación propia de 2,5 litros, 8 cilindros – 256 cv. con caja de 5 velocidades y suspensiones independientes, capaz de alcanzar los 270 km/h. Pero sin el apoyo de SIMCA ni presupuesto para primeras figuras, sus pilotos Franceses Elie Bayol, Da Silva Ramos, Jean Lucas, Robert Manzón, André Milhoux y André Pilette dieron lo mejor de sí pilotando los azules bólidos. Los resultados no fueron suficientemente buenos para sacar adelante a la compañía GORDINI, a pesar de algunas victorias en carreras no puntuables y puestos entre el 6º y 9º en los G.P. del campeonato mundial de F1. En 1957, y tras la última aparición oficial de un Gordini T24S en las 24 h. de Le Mans, la grave crisis financiera le obligó a abandonar las carreras y cerrar su empresa. Pero su nombre seguiría ligado al mundo de la competición, ya que pronto Renault requirió los servicios de Amedee Gordini para preparar y mejorar sus coches de competición, dando durante muchos años a Renault y al automovilismo francés inolvidables momentos de gloria.

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